¿Cómo se puede
saber cuántos años tiene alguien? Por supuesto, se puede curiosear su Documento de Identidad o buscar signos de arrugas faciales y canas.
Pero, como los investigadores acaban de encontrar en un nuevo estudio, también
podría acercarse bastante a la respuesta el resultado de un análisis de sangre.
Estos hallazgos indican que un día puede ser posible
diseñar un análisis de sangre para identificar a las personas que envejecen
biológicamente más rápido que otras. Esas personas podrían estar en riesgo por
problemas cardiovasculares, enfermedad de Alzheimer, osteoartritis y otros
problemas de salud, a una edad más temprana de lo esperado.
Además, este trabajo aumenta la esperanza de
intervenciones que pueden ralentizar el "reloj proteómico" y quizás
ayudar a mantener a las personas biológicamente más jóvenes que su edad
cronológica. Tal escenario puede sonar como pura fantasía, pero este mismo
grupo de investigadores demostró hace unos años que, de hecho, es posible
rejuvenecer un ratón más viejo incorporándole sangre de un ratón mucho más
joven.
Esos y otros hallazgos anteriores del laboratorio de Tony
Wyss-Coray, de la Stanford School of Medicine, plantearon la tentadora
posibilidad de que ciertas sustancias en la sangre joven puedan revitalizar el
envejecimiento del cerebro y otras partes del cuerpo. En busca de pistas
adicionales en el nuevo estudio, el equipo de Wyss-Coray rastreó cómo cambia la
composición proteica de la sangre a medida que las personas envejecen.
Para encontrar esas pistas, aislaron plasma de más de
4,200 individuos sanos entre las edades de 18 y 95 años. Luego, los
investigadores utilizaron datos de más de la mitad de los participantes para
armar un "reloj proteómico" del envejecimiento. Dentro de ciertos
límites, el reloj podría predecir con precisión la edad cronológica de los
1,446 participantes restantes del estudio. Las mejores predicciones se basaron
en solo 373 de las casi 3.000 proteínas analizadas en el estudio.
Como validación adicional, el reloj también predijo de
manera fiable la edad cronológica correcta de cuatro grupos de personas que no
estaban en el estudio. Curiosamente, fue posible hacer una predicción de edad aproximada
basada en solo nueve de las proteínas más informativas del “reloj proteómico”.
Los hallazgos muestran que los cambios proteómicos surgen
con la edad, y es probable que tengan implicaciones importantes y aún
desconocidas para la salud. Después de todo, esas proteínas que circulan en el
torrente sanguíneo provienen no solo de las células sanguíneas sino también de
las células de todo el cuerpo. Curiosamente, según los investigadores, las
personas que parecían biológicamente más jóvenes que su edad cronológica real
en función de sus proteínas sanguíneas, también obtuvieron mejores resultados
en las pruebas cognitivas y físicas.
La mayoría de nosotros vemos el envejecimiento como un
proceso gradual y lineal. Sin embargo, la evidencia del análisis de proteínas
sugiere que, biológicamente, el envejecimiento sigue un patrón más complejo.
Algunas proteínas aumentaron o disminuyeron gradualmente con el tiempo de una
manera casi lineal. Pero los niveles de muchas otras proteínas aumentaron o
disminuyeron a lo largo del tiempo de forma no linear. Por ejemplo, una
proteína neural detectada en la sangre permaneció constante hasta alrededor de
los 60 años, y a esa edad sus niveles se dispararon. Todavía queda por
investigar por qué eso es así.
Como se ha indicado antes, los investigadores encontraron
evidencia de que el proceso de envejecimiento incluye una serie de tres
estallidos. Wyss-Coray dijo que le pareció especialmente interesante que el
primer estallido ocurra a principios de la mitad de la vida, alrededor de los
34 años, mucho antes de que se manifiesten los signos comunes de envejecimiento
y sus problemas de salud asociados.
También es bien sabido que los hombres y las mujeres
envejecen de manera diferente, y este estudio se suma a esa evidencia.
Alrededor de dos tercios de las proteínas que cambiaron con la edad también
diferían entre los sexos. Sin embargo, debido a que el efecto del
envejecimiento en las proteínas más importantes estudiadas es mucho más fuerte
que las diferencias de género, el reloj proteómico aún podría predecir con
precisión las edades de todas las personas.
En general, los resultados muestran que las sustancias
proteicas en la sangre pueden servir como una medida útil de la edad
cronológica y biológica de una persona y que las sustancias en la sangre pueden
desempeñar un papel activo en el proceso de envejecimiento. Wyss-Coray informa
que su equipo continúa profundizando en sus datos, con la esperanza de aprender
más sobre los orígenes de proteínas particulares en el torrente sanguíneo, lo
que significan para nuestra salud y cómo potencialmente se podría hacer
retroceder el reloj proteómico.
Basado en:
Undulating changes in human plasma proteome profiles across
the lifespan. Lehallier B, Gate D, Schaum N, Nanasi T, Lee SE, Yousef H,
Moran Losada P, Berdnik D, Keller A, Verghese J, Sathyan S, Franceschi C,
Milman S, Barzilai N, Wyss-Coray T. Nat Med. 2019 Dec;25(12):1843-1850.
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