sábado, 31 de agosto de 2024

Identificada una vía de control del dolor desconocida hasta ahora que subyace al efecto placebo

Cuando alguien recibe una píldora inactiva para el dolor, la expectativa de beneficio suele llevarle a experimentar cierto nivel de alivio del dolor. Los investigadores saben desde hace tiempo que este efecto placebo es un fenómeno muy real. Sin embargo, los investigadores han tenido dificultades para comprender los mecanismos cerebrales que subyacen al efecto placebo en el dolor. 

 Ahora, los resultados de un interesante estudio en ratones, publicado en la revista científica Nature, ofrecen una visión de cómo funciona en el cerebro esta poderosa demostración de la conexión mente-cuerpo.

 Además, los investigadores identificaron una vía neuronal desconocida hasta ahora para el control del dolor y sugieren que la activación específica de esta vía en el cerebro por otros medios podría ofrecer algún día una alternativa prometedora para tratar el dolor de forma más segura y eficaz que con los métodos actuales, incluidos los opioides.

 Los resultados proceden de un equipo dirigido por Grégory Scherrer, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Carolina del Norte (Chapel Hill), con colegas de la Universidad de Stanford (California), el Instituto Médico Howard Hughes (Ashburn, Virginia) y el Instituto Allen de Ciencias Cerebrales (Seattle). Los investigadores sabían por estudios anteriores de imágenes cerebrales en humanos que el efecto placebo activa determinadas áreas cerebrales, entre ellas el córtex cingulado anterior, que interviene en la emoción, la atención y el estado de ánimo. Mediante una serie de estudios más detallados en ratones, el equipo trató de conocer mejor las actividades cerebrales específicas implicadas.
Para ello, los investigadores prepararon un experimento en el que los ratones eran introducidos en un aparato con dos cámaras distintas, cada una con un suelo confortablemente caliente (unos 30 grados Celsius). Tras un periodo de aclimatación, el suelo de una de las cámaras se calentó de forma desagradable (unos 48 grados, similar a la temperatura del pavimento en verano). Los ratones aprendieron que podían evitar el malestar pasando el tiempo en la cámara con el suelo cómodamente caliente.

 Los investigadores igualaron la temperatura del suelo de ambas cámaras a 48 grados. A pesar de que las condiciones de calor eran idénticas en ambas cámaras, los ratones mostraban menos comportamientos asociados a la incomodidad, como lamerse las patas, en la cámara que antes era cómoda, lo que indica que los animales mostraban signos de un efecto placebo clásico.

 Los investigadores utilizaron una serie de sofisticadas técnicas de imagen para visualizar la actividad de las neuronas individuales de los ratones y comprender mejor sus comportamientos. Descubrieron que el efecto placebo enlaza el córtex cingulado anterior, en la parte anterior del cerebro, a través del núcleo pontino, una parte del cerebro con grupos de células en el tronco encefálico que no se había asociado anteriormente con el dolor o el alivio del dolor, hasta el cerebelo, en la parte posterior del cerebro.

 Esta investigación indica que el núcleo pontino podría ser una diana prometedora para nuevas terapias analgésicas. Los experimentos también revelaron una inesperada abundancia de receptores opioides en el núcleo pontino, lo que refuerza el papel de esta zona del cerebro en la respuesta a los opioides naturales del cuerpo que modulan el dolor. 

Aunque la experiencia del dolor es sumamente compleja y esta investigación se ha realizado en ratones, los investigadores esperan que estos hallazgos sean relevantes para las personas. El siguiente paso es explorar el papel de la actividad de esta vía del dolor recién descubierta en la experiencia humana del efecto placebo. 

La esperanza es que, con estudios continuados, algún día sea posible acceder a esta zona del cerebro mediante pequeñas moléculas o estimulación neuronal como medio potencialmente más eficaz y seguro de aliviar el dolor en comparación con los métodos actuales. 

Basado en:

 Chen C, et al. Neural circuit basis of placebo pain relief. Nature. DOI: 10.1038/s41586-024-07816-z (2024). 
NIH Support: National Institute of Neurological Disorders and Stroke, National Institute on Drug Abuse

No hay comentarios:

Publicar un comentario