viernes, 3 de junio de 2016

Los mejores alimentos para alejar la depresión






Los científicos han desarrollado una nueva tabla basada en evidencias científicas que detalla los alimentos de origen animal y vegetal  que mejoran los síntomas depresivos.

La reunión anual del 2016 de la  Asociación Psiquiátrica Americana (APA) fue el foro elegido para presentar esta tabla alimentaria, avalada por la investigación científica y todavía no publicada,  que ayudaría a mejorar la alimentación de nuestro cerebro.

Cada vez hay más pruebas sobre el papel crucial que la dieta desempeña en la salud del cerebro, particularmente en las áreas de la depresión y la demencia, según uno de los investigadores, el Dr. Ramsey,  Profesor de Psiquiatría de la Universidad de Columbia, Nueva York, que fue uno de los ponentes de la sesión. "Los datos señalan con gran claridad  que hay un resultado preventivo de gran alcance cuando ayudamos a nuestros pacientes a comer mejor", según informó el  Dr. Ramsey.

Los alimentos de origen vegetal puntúan alto en la escala de alimentos para el cerebro, según estas investigaciones. Para desarrollar este sistema de perfiles de nutrientes, él y sus colegas evaluaron las publicaciones científicas existentes y compilaron una lista de lo que ellos llaman Nutrientes Esenciales del Cerebro que afectan al tratamiento y también a la prevención de la depresión.

Los nutrientes clave incluyen ácidos grasos Omega 3 de cadena larga, magnesio, calcio, fibra y las vitaminas B1, B9, B12, D y E.

A continuación, reunieron los datos nutricionales de las mejores fuentes alimenticias de los Nutrientes Esenciales del Cerebro del Laboratorio de Datos de Nutrientes del Servicio de Investigación Agrícola y utilizaron  una fórmula para calcular la puntuación en la Tabla para la Alimentación del Cerebro.


Los nutrientes "críticos"


Además de las fuentes vegetales de estos nutrientes, quisieron incluir alimentos de origen animal, debido a que algunos nutrientes, como la vitamina B12, se encuentran predominantemente en la carne y otros productos animales y son "absolutamente críticos para la salud del cerebro," según el Dr. Ramsey.

Los posibles mecanismos por los que estos alimentos pueden estimular la función cerebral incluyen la estabilización de la membrana neuronal y sus efectos anti-inflamatorios.

Además de los vegetales de hojas verdes, los investigadores pusieron de relieve la importancia de las vísceras, las carnes de caza, los frutos secos (nueces y cacahuetes), los bivalvos (mejillones, almejas, ostras), los moluscos (pulpos, calamares, caracoles) y los pescados (el salmón y las sardinas). Aunque se recomienda que los pacientes coman alrededor de un cuarto de kilo  de pescado a la semana, es importante elegir los pescados que sean bajos en mercurio. Por lo tanto, deberíamos limitar el consumo de pescados de gran tamaño como el mero y el pez espada.


También se hizo hincapié en ayudar a tomar las mejores decisiones cuando se trata de carne. Se deben por tanto elegir animales alimentados con pasto o con hierba. Aunque la investigación se centra más en las áreas de la depresión y la demencia, los nuevos ensayos están también  estudiando las alteraciones mentales  que incluyen el déficit de atención, la hiperactividad, la ansiedad y las adicciones.

Aunque la mayor parte de los datos que se desprenden son de informes de casos y estudios epidemiológicos, el primer estudio aleatorizado y controlado, conocido como la prueba SMILES, está poniendo a prueba los efectos de una dieta rica en muchos de estos nutrientes en la depresión aguda.

El estudio incluyó a  176 pacientes con episodios depresivos agudos internados en dos centros en Victoria, Australia. Los participantes fueron asignados al azar a un grupo de intervención dietética, que se centra en la defensa de una dieta sana, o a un grupo de apoyo social.

Aunque los resultados de este ensayo probablemente no serán publicados hasta finales de este año, el grupo del Dr. Ramsey ha tenido la oportunidad de conocer resultados preliminares  de sus investigadores, y los resultados son "positivos" y "mejor de lo esperado".

Lo emocionante de esto es que ayuda a dar a la comunidad psiquiátrica y a la población en general  otro conjunto de herramientas en términos de tratamiento y prevención de las enfermedades mentales, según el Dr. Ramsey.


Veganos, las dietas vegetarianas


Uno de los riesgos, al menos con la dieta vegana, y en cierta medida la dieta vegetariana, es la falta de vitamina B12. Una deficiencia de esta vitamina puede conducir a la depresión, la anemia y, finalmente, a "un daño irreversible a las neuronas", dijo el Dr. Ramsey.

Un estudio reciente que examinó las poblaciones vegetarianas mostró que el 52% de los individuos estaban  "francamente deficientes" en vitamina B12 y que el 23% tenían niveles "insuficientes", dijo. En  un estudio en EEUU  de 30 madres vegetarianas estrictas se encontró que el 60% de su descendencia tenía retrasos en el desarrollo y que el 37% tenían atrofia cerebral, según informó la Dra. Dean, de la Universidad de Harvard, a los asistentes a la reunión. Aunque la muestra es poco significativa, parece haber una fuerte correlación entre el no consumo de carne y unas mayores tasas de depresión y ansiedad y una peor calidad de vida.


Aunque en algunos aspectos la dieta vegetariana "tiene sentido", ya que la dieta de los países desarrollados está muy cargada de productos de origen animal, eso no quiere decir que la solución sea no comer estos alimentos en absoluto.

Sin embargo, durante un período de preguntas después de la sesión, que duró más de una hora, un psiquiatra que ha sido vegetariano desde hace varios años se mostró en desacuerdo con algunas de las conclusiones del grupo. Observó que su propia salud se ha beneficiado de una dieta vegetariana, incluyendo la reducción de los niveles de colesterol.

Aunque la dieta es un asunto personal, y muchos pacientes siguen lo que creen que es una dieta sana, los hábitos alimenticios en general han cambiado a lo largo del siglo pasado, y, en general, no para mejor. Hemos pasado de una mayoría de alimentos crudos a alimentos procesados. Además, hay un mayor consumo de azúcar, de carbohidratos refinados, y más alimentos con colorantes, conservantes y grasas trans.


Alimentar el microbioma


El Dr. Ramsey era vegetariano desde hace más de una década, pero dijo que "no se sentía en buena forma." Comentó que su salud física y mental en general mejoró cuando empezó a comer pescado y carne procedente de pastoreo, así como más productos lácteos.

Él y los otros oradores discutieron la extensa literatura científica relacionada con los alimentos de origen vegetal y otros alimentos que estimulan la función cerebral. La evidencia creciente sugiere que los pacientes, en general,  deben elegir más alimentos de origen vegetal.

Una dieta basada en plantas "alimenta el microbioma," dijo el Dr. Ramsey, añadiendo que contribuye a cuidar a las bacterias en nuestro intestino que parecen "jugar un papel muy importante en nuestra salud en general."

Las plantas también son muy "ricas en nutrientes", por lo que tienen más nutrientes por caloría. Las hojas de lechuga, las espinacas, los pimientos, y otros alimentos vegetales contienen "fitonutrientes". La investigación muestra que estas "moléculas de señalización", que incluyen el licopeno y los carotenoides, ayudan a proteger el cerebro.



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