Sin embargo, estos genes no determinan la inteligencia. Su
influencia combinada es minúscula, según los investigadores, sugiriendo que es
probable que miles más se involucren y aún esperan su descubrimiento. Igual de
importante, la inteligencia está profundamente moldeada por el medio ambiente.
Sin embargo, los hallazgos podrían permitir iniciar nuevos
experimentos en las bases biológicas del razonamiento y la resolución de
problemas. Incluso podrían ayudar a los investigadores a
determinar qué intervenciones serían más efectivas para los niños que se
esfuerzan por aprender.
Durante más de un siglo, los psicólogos han estudiado la
inteligencia preguntando a las personas. Sus exámenes se han transformado en
montañas de pruebas, cada una de las cuales examina una capacidad mental
diferente, como el razonamiento verbal o la memorización.
En una prueba típica, las tareas pueden incluir imaginar un
objeto girando, escoger una forma para completar una figura y, a continuación,
pulsar un botón lo más rápido posible siempre que aparezca un determinado tipo
de palabra.
Cada examinador puede obtener puntuaciones diferentes para
diferentes habilidades. Pero sobre todo, estos resultados tienden a estar
asociados - las personas que puntúan bajo en una medida tienden a puntuar
bajo en los demás, y viceversa. Los psicólogos a veces se refieren a esta semejanza
como inteligencia general.
Todavía no está claro lo que en el cerebro explica la
inteligencia. Los neurocientíficos han comparado los cerebros de las personas
con altas y bajas puntuaciones en las pruebas, y han encontrado
algunas pistas.
El tamaño del cerebro explica una pequeña parte de la
variación, por ejemplo, aunque hay un montón de personas con cerebros pequeños
que puntúan más alto que otros con cerebros más grandes.
Otros estudios indican que la inteligencia tiene algo que
ver con la eficiencia con la que un cerebro puede enviar señales de una región
a otra.
Danielle Posthuma |
Danielle Posthuma, una genetista de la Universidad de Vrije
de Amsterdam y autora principal del nuevo documento, se interesó por primera
vez en el estudio de la inteligencia en los años noventa. "Siempre me ha intrigado
cómo funciona", "¿Es una cuestión de conexiones en el cerebro, o de neurotransmisores?"
La Dra. Posthuma
quería encontrar los genes que influyen en la inteligencia. Comenzó estudiando gemelos idénticos que comparten el mismo ADN. Los gemelos idénticos suelen
tener resultados de pruebas de
inteligencia más similares que los mellizos.
Cientos de otros estudios han llegado a la misma conclusión,
mostrando una clara influencia genética en la inteligencia. Pero eso no
significa que la inteligencia esté determinada únicamente por los genes.
Nuestro medio ambiente ejerce sus propios efectos, sólo
algunos de los cuales se entienden bien por los científicos. El plomo en el
agua potable, por ejemplo, puede bajar los resultados obtenidos en las pruebas. En
lugares donde la comida no contiene yodo, dar suplementos a los niños puede
aumentar las puntuaciones.
Los avances en la tecnología de secuenciación del ADN
plantearon la posibilidad de que los investigadores pudieran encontrar genes
individuales asociados a las diferencias en los resultados de las pruebas de
inteligencia o determinación del Cociente Intelectual IQ. Algunos candidatos fueron identificados en poblaciones pequeñas,
pero sus efectos no reaparecieron en estudios sobre grupos más grandes.
Así que los científicos se volvieron a lo que ahora se
conoce como el estudio de la asociación del genoma: Seleccionan fragmentos de
material genético dispersos a través del ADN de muchas personas no
relacionadas, y luego analizar si las personas que comparten una condición
particular, comparten el mismo marcador genético.
En 2014, la Dra. Posthuma participó en un estudio a gran
escala de más de 150.000 personas que detectaron 108 genes relacionados con la
esquizofrenia. Pero ella y sus colegas tuvieron menos suerte con la
inteligencia, que ha demostrado ser un objetivo difícil por algunas razones.
Las pruebas de inteligencia estándar pueden tardar mucho
tiempo en completarse, por lo que es difícil obtener resultados en un gran
número de personas. Los científicos pueden intentar combinar estudios más
pequeños, pero a menudo tienen que combinar diferentes pruebas juntas,
potencialmente enmascarando los efectos de los genes.
Como resultado, la primera generación de estudios de
asociación de todo el genoma sobre la inteligencia no logró encontrar ningún
gen. Estudios posteriores lograron resultados prometedores, pero cuando los
investigadores analizaron otros grupos de personas, el efecto de los genes
volvió a desaparecer.
Pero en el último par de años, los estudios más grandes que
confían en nuevos métodos estadísticos finalmente han producido la prueba convincente de que genes particulares realmente
están implicados en formar la inteligencia humana.
La Dra. Posthuma y
otros expertos decidieron combinar datos de 13 estudios anteriores, formando
una vasta base de datos de marcadores genéticos y resultados de pruebas de
inteligencia.
Y 52 genes surgieron con vínculos firmes con la
inteligencia. Una docena había aparecido en estudios anteriores, pero 40 eran
completamente nuevos.
Todos estos genes juntos, sin embargo, representan sólo un pequeño
porcentaje de la variación en los resultados de las pruebas de inteligencia, según
encontraron los investigadores; Cada variante eleva o baja el I.Q. pero sólo una
pequeña fracción de un punto.
"Significa que hay un largo camino por recorrer, y van
a haber muchos otros genes que van a ser importantes", según la Dr.
Posthuma.
En este estudio, la Dra. Posthuma y sus colegas
limitaron sus investigaciones a personas de ascendencia europea porque eso
aumentó las probabilidades de encontrar variantes genéticas comunes vinculadas
a la inteligencia.
Sin embargo, otros estudios genéticos han demostrado que las
variantes en una población no pueden predecir cómo son las personas en otras
poblaciones. Diferentes variantes resultan ser importantes en diferentes
grupos, y esto puede ser el caso de la inteligencia.
Por su parte, la Dra. Posthuma quiere darle sentido a los 52
genes descubiertos por ella y sus colegas. Hay intrigantes superposiciones
entre su influencia en la inteligencia y en otros rasgos. Por ejemplo, las variantes genéticas que aumentan la inteligencia también
tienden a aparecer más frecuentemente en personas que nunca han fumado o que
han podido dejar de fumar sin volver a recaer.
En cuanto a lo que los genes detectados, todavía no se
conoce su función. Cuatro de ellos son conocidos por controlar el desarrollo de
las células, por ejemplo, y tres hacen una diversidad de funciones dentro de
las neuronas. Del resto, se desconoce su función.
Para entender lo que hace que estos genes sean especiales,
los científicos pueden necesitar realizar experimentos con células cerebrales.
Una posibilidad sería tomar células de personas con variantes que predicen un índice
de inteligencia alto y otras con un índice bajo.
Estas células se podrían reconvertir en neuronas que a su
vez se podrían agrupar para generar "mini-cerebros" o racimos de
neuronas que intercambian señales en el laboratorio. Los investigadores
entonces podrían ver si sus diferencias genéticas les hacían comportarse de
manera diferente.
No es una investigación que vaya a tener resultados a corto
plazo, pero es el camino para obtener grandes logros en el futuro.
Basado en:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28530673
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