Redes de neuronas en la retina del ratón. Las células verdes forman una red eléctrica acoplada;
las células rojas expresan un marcador fluorescente distintivo para distinguirlas de otras células;
las células azules se etiquetan con un anticuerpo contra una enzima que produce óxido nítrico,
importante en la señalización retiniana.
Estas imágenes ayudan a identificar los tipos de células de la retina,
sus moléculas de señalización y sus patrones de conectividad.
Imagen: Jason Jacoby y Gregory Schwartz, de la Universidad Northwestern
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Para Gregory Schwartz, Investigador, trabajar en total
oscuridad tiene sus beneficios. Sólo en ausencia de luz puede Schwartz aislar
las neuronas en reposo de la retina del ojo y estimularlas con luz (su
excitante natural) para que disparen señales eléctricas. Tales señales no sólo
proporcionan una lectura de las propiedades intrínsecas de cada neurona, sino
información que permite al investigador de la visión deducir cómo funciona y como
forja conexiones con otras neuronas.
La retina es el tejido neural sensible a la luz que recubre
la parte posterior del ojo. Aunque sólo tiene el tamaño de un sello de correos,
cada una de nuestras retinas contiene alrededor de 130 millones de células y
más de 100 tipos de células distintas. Estas células están organizadas en
múltiples capas de procesamiento de información que trabajan juntas para
absorber la luz y traducirla en señales eléctricas que fluyen a través del
nervio óptico hasta el centro visual apropiado en el cerebro. Al igual que
otras partes del ojo, la retina puede dañarse, y las enfermedades de la retina,
incluyendo la degeneración macular relacionada con la edad, la retinitis
pigmentosa y la retinopatía diabética, siguen siendo las principales causas de
pérdida de visión y ceguera en todo el mundo.
En su laboratorio en la Facultad de Medicina Feinberg de la
Universidad Northwestern, en Chicago, Schwartz realiza investigación básica,
que es parte de un esfuerzo mucho mayor entre los investigadores de la visión,
para ensamblar una lista de piezas que explique todos los tipos celulares
necesarios para hacer una retina. Una vez que Schwartz y otros investigadores se
acerquen a la conclusión de esta lista, el siguiente paso será elaborar los
detalles del cableado interno de la retina para comprender mejor cómo se generan
las señales visuales. Este tipo de información contiene la clave para detectar las enfermedades
de la retina en su estado inicial y de forma más precisa, y permitiría la
reparación de los circuitos mal conectados que afectan a la visión, y tal vez
incluso más adelante se podría abordar la creación de una retina protésica
mejorada.
Schwartz centra la mayor parte de su atención en la quinta
capa más interna de la retina, que se compone principalmente de neuronas
llamadas células ganglionares. Aunque el conteo continúa, se estima que hay más
de 40 tipos de células ganglionares. Estas células se autoorganizan en
circuitos que se especializan en extraer una característica específica de una
señal visual y procesarla aún más. Este proceso es complejo y asombroso. De hecho,
Schwartz calculó que estas células continuamente emiten información, desde cada
punto en el espacio visual, destinada al cerebro, mediante 150 vías visuales
diferentes. Cada vía proyecta información específica, tal como forma, color,
contraste, movimiento, dirección y ubicación.
Este año, Schwartz y Amurta Nath, estudiante de
Northwestern, informaron haber descubierto dos nuevos tipos de células
ganglionares de la retina que seleccionan la orientación, es decir, informan al
cerebro si un objeto se coloca vertical u horizontalmente. Curiosamente, los
neurólogos David Hubel y Torsten Wiesel ganaron el Premio Nobel de Fisiología y
Medicina de 1981 por descubrir la orientación selectiva en la corteza cerebral.
El último descubrimiento muestra que la retina transmite al cerebro una señal
de orientación paralela.
Schwartz y sus colegas se están dedicando a generar
estrategias para desmontar y recomponer, o "hacer ingeniería
inversa", varias partes de la retina del ratón. El primer paso en el
proceso es idear métodos para determinar cómo interactúan las células
ganglionares, así como a detectar la forma en la que varios tipos de células de
la retina se conectan para formar circuitos. La creación de esta "matriz
de conectividad" implicará un etiquetado preciso de las distintas células
y sinapsis.
Para Schwartz, el paso dos será ir más allá de una
descripción puramente anatómica de las células y comenzar a definir cómo
funcionan estos circuitos con múltiples componentes. El objetivo es conseguir que
al excitar las células individuales dentro de un circuito con un patrón
definido de luz, se pueda predecir con precisión la fuerza y la duración de
la señal eléctrica que cada célula va a generar.
Para lograr esta proeza, se requerirá un modelado
informático muy sofisticado. Schwartz, con formación en biología computacional,
piensa que ese trabajo debe basarse en una comprensión detallada de los
diferentes tipos de células, su fisiología, y su comportamiento de señalización
a menudo complejo, no lineal. Este acercamiento ascendente a la modelización
informática requiere un gran esfuerzo, pero Schwartz piensa que es la única
manera de obtener la matemática correcta.
Durante su formación postdoctoral, Schwartz quería aplicar
sus habilidades computacionales para mapear el cerebro con sus decenas de miles
de millones de células y conexiones. Schwartz rápidamente se dio cuenta de que
esto sería una tarea abrumadora.
Entonces, durante una rotación requerida en un laboratorio de investigación de
la visión, quedó fascinado por la retina y el conocimiento que puede ser
obtenido estudiando un sistema neural mucho más pequeño, más simple, cuyo único
input es la luz y su única salida es predecible ya que transcurre a través del
embudo que forma el nervio óptico. A
diferencia de la cartografía de todo el cerebro, Schwartz decidió que la
cartografía de la retina era algo que realmente podría ser un proyecto
realizable en unos pocos años.
Si este tipo de mapeo neuronal detallado puede lograrse para
la retina, proporcionará más ímpetu para el esfuerzo de identificar y mapear
todos los circuitos en el cerebro humano, que es el objetivo específico de la Iniciativa
norteamericana BRAIN (Investigación del Cerebro a través de Neurotecnologías Innovadoras).
Basado en: Cardinal
orientation selectivity Is represented by two distinct ganglion cell types in
mouse retina. Nath A,
Schwartz GW. J Neurosci. 2016 Mar 16;36(11):3208-3221.
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