"El polvo neural", la escritura desde el pensamiento y los mini cerebros serán tres de los temas neurocientíficos que van a generar un mayor interés académico y corporativo en este año.
Las tecnologías para detectar la actividad cerebral -lo podríamos
llamar lectura mental-, así como para cambiarla, avanzan tan rápido que
"está ocurriendo un poco de fiebre del oro, tanto en el aspecto académico
como desde el lado corporativo", según expresó Michel Maharbiz de la
Universidad de California, Berkeley, en una conferencia reciente en el
Instituto de Tecnología de Massachusetts. A continuación se describen tres
áreas de neurociencia en rápida expansión que pueden dar anuncios
espectaculares en 2018:
Polvo neural / Neurogranos
Imagen: Alexander Shirokov/Thinkstock (MARS) |
Como sea que llamemos a estos dispositivos electrónicos, son
realmente muy pequeños. Los resultados del programa de ingeniería neuronal de
DARPA, que tiene como objetivo desarrollar un implante cerebral que pueda comunicarse
digitalmente con el mundo exterior, se esperan con impaciencia en el ámbito científico.
El primer paso es detectar la señalización electroquímica de las neuronas (según
DARPA, la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa del
Pentágono, la detección simultánea de 1
millón de neuronas a la vez sería un buen comienzo). Para hacer eso, los
científicos de la Universidad de Brown están desarrollando
"neurogeles" del tamaño de granos de sal que contienen un electrodo
para detectar destellos neuronales y para “apagar” las neuronas, todo a través
de una antena de radiofrecuencia.
El "polvo neural" de Maharbiz ya puede hacer la
primera parte. Los pequeños dispositivos inalámbricos pueden detectar qué están
haciendo las neuronas, según informaron él y sus colegas en un estudio realizado
en ratas en 2016. (El científico principal del estudio se mudó recientemente a
Neuralink, una de las empresas punteras de tecnología cerebral). Ahora Maharbiz
y su equipo también están trabajando para que el polvo neural reciba señales
externas y provoque que las neuronas se disparen de ciertas maneras. Tal
"estímulo" sería "el estimulador [nervioso] más pequeño jamás
construido", según Maharbiz. Eventualmente, los científicos esperan descubrir
el código neuronal para, por ejemplo, caminar, permitiéndoles transmitir el
código preciso necesario para que un paciente paralítico pueda volver a caminar.
También están intentando descifrar el código neuronal para comprender el lenguaje
hablado, lo que podría llevar a la generación de señales externas que provocaran
que las personas pudieran escuchar voces internas. Esta tecnología podría
plantear serios problemas éticos que, según los expertos, serán abundantes
conforme se desarrolle esta rama de la neurociencia.
Generar escritura mediante el pensamiento.
Imagen: Courtesy Stanford University |
Elon Musk no es el único multimillonario interesado en nuestro
cerebro. Facebook está avanzando a toda máquina en su programa de
"discurso silencioso", según el neurocientífico Mark Chevillet, quien
lidera el proyecto. Pocas personas usan asistentes de voz en el trabajo:
"A las personas no les gusta utilizarlo [decir en voz alta lo que quieren escribir]
". Pero "¿y si se pudiera escribir directamente desde el
cerebro?" Las primeras pruebas "nos dicen que esto no es ciencia
ficción". "Hay una señal allí
[del cerebro] que se puede aprovechar".
Building 8, el centro de
tecnología avanzada de Facebook donde se ubica el proyecto de escribir con el pensamiento, funciona en ciclos de dos años;
Chevillet, que trabajaba en el Johns
Hopkins, se unió a este proyecto en el 2016, por lo que 2018 podría dar
indicios de que el proyecto avanza hacia convertir los pensamientos en texto, a
las esperadas 100 palabras por minuto, unas 20 veces más rápido que las
interfaces cerebro-máquina actuales.
Mini cerebros
Imagen: Courtesy of Thomas Hartung and David Pamies Johns Hopkins Center for Alternatives to Animal Testing and Organome, LLC, and Paula Barreras and Carlos Pardo Division of Neuroimmunology and Neurological Infections, Johns Hopkins Hospital |
Los organoides tridimensionales que los científicos crean a
partir de células madre humanas desarrollan neuronas funcionales, distintas
capas de corteza y otras arquitecturas que imitan a un cerebro de tamaño completo. La tecnología
para fabricar organoides cerebrales avanza tan rápido (solo este mes, los
investigadores lograron iniciar el proceso y crear organoides cerebrales en
unas pocas semanas, en lugar de los meses que costaba hasta hace poco) que podemos
esperar que el 2018 ofrezca versiones cada vez más realistas. Mini cerebros
obtenidos a partir de células madre de
pacientes con trastornos psiquiátricos hereditarios como la esquizofrenia
prometen revelar qué es lo que falla en el desarrollo del cerebro de esos
pacientes.
Pero lo que realmente se anticipa son dos desarrollos
técnicos. Una es proporcionar a los organoides un suministro de sangre, ya que
el laboratorio de George Church en Harvard dice que ya lo ha conseguido, pero
que aún no ha publicado los resultados. La "vascularización" podría
permitir que los organoides crezcan mucho más que su diámetro actual de un
cuarto de pulgada, tal vez abandonando el "mini" y convirtiéndose en
un cerebro en pleno crecimiento que se desarrolla en una placa de Petri. El otro avance que
recibe mucha atención en círculos de organoides cerebrales es dar una entrada
sensorial, probablemente a través de una retina, como se rumorea que un
laboratorio está desarrollando. Eso supondría, en teoría, que las pequeñas
entidades pudieran acumular.... experiencias.
La neurociencia se está poniendo realmente interesante.
Basado en:
https://www.scientificamerican.com/article/neural-dust-could-enable-a-fitbit-for-the-nervous-system/
https://www.scientificamerican.com/article/brain-computer-interface-allows-speediest-typing-to-date/
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