Es sorprendente como la
neurobiología se cruza con la política y el gobierno. Me llama la atención, en particular, las
neuro-realidades de la termorregulación. Como este es uno de mis ejemplos
favoritos de neurobiología en la vida cotidiana, voy a describirla aquí, junto
con un ejemplo reciente.
Los fundamentos de los efectores de la termorregulación
La termorregulación es un sistema muy eficaz por el cual evitamos
que nuestro cuerpo se sobrecaliente o se
hiele de frio. Los retos térmicos pueden venir desde el interior (como en el
caso de una fiebre) o desde el exterior (como en el caso de una caída en un
lago helado). Para responder a cualquiera de estos posibles ataques
(normalmente llamados retos) a nuestra temperatura corporal, necesitamos
sensores. Como resultado, tenemos la sensación de la temperatura tanto de
nuestra piel como de nuestras entrañas (por ejemplo, hay termoreceptores, aferentes sensoriales que son sensibles a la
temperatura, alineados a la médula espinal).
Pero el sistema nervioso no se limita a detectar las malas
noticias; también puede hacer algo acerca de la información que recibe. El
cerebro puede cambiar la temperatura del cuerpo a través de uno o de varios “efectores”.
Hay tres tipos básicos de efectores de termorregulación que sirven para
aumentar o disminuir la temperatura corporal:
Los efectores que aumentan la temperatura corporal:
- Produciendo calor - por ejemplo, aumentando la
tasa metabólica, tiritando.
- Conservando calor - por ejemplo, con la vasoconstricción cutánea (véase más adelante),
acurrucándose.
Los efectores que disminuyen la temperatura corporal:
- Perdiendo calor - por ejemplo, mediante sudoración,
vasodilatación cutánea (véase más adelante), quitándose la ropa.
En esencia tenemos el modo pasivo (la conservación del
calor) y el modo activo (producción de calor) para defendernos del frío, pero únicamente
podemos disminuir de manera pasiva la temperatura de nuestro cuerpo en
respuesta a un desafío de calor. Para decirlo de otra manera, no hay forma
biológica de refrigeración. No tenemos una molécula similar al freón. Este simple hecho significa que las
altas temperaturas son mucho más peligrosas que las bajas temperaturas. Todos estamos
discapacitados cuando la temperatura exterior es superior a la temperatura
corporal.
Una buena analogía para las restricciones de
termorregulación es una tetera que se puede configurar para calentar el agua a
diferentes temperaturas, dependiendo del tipo de hojas de té usadas.
Tetera. Esta imagen muestra la Tetera de la autora junto con el té verde (un regalo), y flores de manzanilla (del jardín). Cada uno de estos tés requiere una temperatura diferente. |
Cada mañana, tomo ya sea té verde o negro, que requiere
temperaturas de 80ºC y 90 ° C, respectivamente. Mi pareja bebe té de hierbas
que requiere una temperatura óptima de
95 ºC. Casi todas las mañanas yo tomo mi té primero, calentando el agua a 80ºC
o a 90ºC. Entonces programo la tetera a 95ºC y preparo el té de menta para mi pareja. Sin
embargo, de vez en cuando, duermo hasta tarde, y la tetera está a 95ºC cuando voy a hacer mi té. Pero ahora
viene la dificultad, porque al igual que con la termorregulación biológica, la tetera
puede calentarse, o conservar el calor o perder calor pero no puede enfriar el
agua. Por lo tanto, utilizando las capacidades de la propia tetera, mi único
curso de acción es abrir la tapa y dejar que el agua se enfríe. Y esto es, por
supuesto, un proceso lento.
La situación con nuestros cuerpos es la misma que con la tetera.
Nuestros cuerpos y la tetera pueden producir calor, conservar el calor, o perder
el calor pero no pueden producir frío. Pero podemos pedir ayuda externa para
enfriar los cuerpos sobrecalentados y las teteras. Podemos saltar al agua o
encender el aire acondicionado para enfriar nuestro cuerpo y podemos añadir
agua fría al agua sobrecalentada de la tetera.
La conclusión es que no estamos biológicamente preparados
para enfriarnos a nosotros mismos. Esta limitación significa que estamos en
peligro de muerte cuando la temperatura está por encima de la temperatura
corporal (aproximadamente 37 ° C). En tales circunstancias, el acceso al aire
acondicionado se transforma de un lujo a una necesidad médica y por lo tanto en
la responsabilidad de un gobierno interesado en el bienestar de sus ciudadanos.
¿Por qué es tan peligroso el calor ambiental tanto para nosotros como para otros animales?
La mayoría del tiempo, cuando la temperatura ambiente está
en un rango cómodo, utilizamos la vasomoción para mantener nuestra temperatura
dentro del intervalo preferido. La vasomoción se refiere al control autonómico (esto
es, automático, que no es capaz de controlarse conscientemente) del diámetro de
los vasos sanguíneos de la piel. Al estrechar los vasos sanguíneos de la piel,
también conocido como vasoconstricción, se pierde menos calor hacia el medio
ambiente y se mantiene más calor dentro del interior de nuestro cuerpo. Por el
contrario, cuando se dilatan los vasos sanguíneos en la piel, también conocido
como vasodilatación, el calor de nuestro cuerpo se pierde en el ambiente y la
temperatura corporal baja. Esto se observa continuamente cuando la gente muestra
su cara enrojecida mientras hace ejercicio. El rojo de una persona recalentada
se deriva de la sangre roja oxigenada
presente en los vasos sanguíneos de la piel que se han expandido a través de la
vasodilatación.
Imagínese que está caminando en Chicago en un invierno frío. Los termorreceptores en su piel informan a su cerebro que “hace super frío aquí afuera" y, como resultado, los vasos en la piel expuesta al aire reciben instrucciones para modificarse con un efecto vasoconstrictor. Ahora imagine que la temperatura exterior cae realmente baja. Dependiendo del viento, la congelación puede ocurrir en cuestión de minutos.
Lo que se ve es que a temperaturas inferiores a -18 ° C, la
congelación puede llegar en un plazo de 30 minutos, dependiendo de la sensación
térmica. En algunos casos, la congelación ocurre incluso más rápidamente, en
menos de 5 minutos. Sin embargo, la mayoría de nosotros hemos experimentado sensaciones
térmicas extremadamente bajas sin llegar a congelarnos. ¿Por qué no? Debido a
algo que se llama vasodilatación paradójica. Es decir, a temperaturas muy
frías, nuestros vasos sanguíneos se dilatan y bañan nuestra pobre y vulnerable
piel en sangre caliente, que llega de
nuestras propias entrañas calientes. Este proceso impide que nuestra piel se
congele y se dañe.
En un día frío de invierno, me obligué a mantener la mano derecha (a la izquierda) fuera del bolsillo de mi chaqueta y mantuve la mano izquierda en el bolsillo del abrigo. Mi mano derecha se muestra vasodilatada, sobre todo en los dedos, donde la relación entre superficie y volumen es alta. En lo demás se ve sobre todo la palidez de la vasoconstricción. |
Ahora imagine que usted está en Phoenix en el medio del
verano. La temperatura exterior es aproximadamente 43 ° C. Su estupendo sistema
termorregulador detecta la alta temperatura y vasodilata los vasos sanguíneos de su piel. En consecuencia,
el calor de su cuerpo se escapa al ambiente ..... excepto que, espera .... esto
no puede suceder debido a que su cuerpo está más frío que el medio ambiente.
Así que lo único que puede pasar es que usted gane calor del ambiente. En
efecto, se va a enviar la sangre 37 ° C hacia su piel y esta devolverá a su
interior sangre que está más cerca de 43
° C. Esto tiene el potencial para esencialmente "cocinar" su
interior. No es buena cosa, obviamente. Usted podría estar pensando que una
vasoconstricción paradójica sería muy buena en estas circunstancias. Por
desgracia, no hay tal cosa. La vasoconstricción paradójica no sucede.
Los manatíes son grandes mamíferos acuáticos que viven en
aguas cálidas, por lo general al menos 21 ° C. Debido a que están rodeados de
agua caliente, casi no tienen capacidad para perder calor. Por lo tanto, los
manatíes viven en un precipicio de termorregulación, siempre apenas a un pelo
del sobrecalentamiento. He tenido la suerte de ver a estos enormes animales. Se
mueven muy lentamente y son herbívoros. Simplemente no podrían moverse más
rápido y mantener su temperatura corporal baja.
La falta de vasoconstricción paradójica y la posibilidad de ganar
calor en ambientes muy calientes refuerzan la importancia de la intervención
gubernamental en las regiones y las épocas de calor extremo. Exploramos este
tema en las siguientes secciones.
Olas de calor, centros de enfriamiento.
Como se ha explicado anteriormente, durante las olas de
calor, el aire acondicionado es una necesidad médica en lugar de una opción de
lujo. Es por esta razón que los gobiernos responsables han configurado los
centros de enfriamiento. Las personas necesitan tener acceso a un ambiente
fresco cuando la temperatura exterior supera la temperatura corporal central.
Esto es particularmente cierto para las personas mayores y las personas que
toman ciertos medicamentos que comprometen la termorregulación (por ejemplo
resperidone).
El ejercicio en un ambiente caluroso
Sigo con mi lectura de un artículo en el New York Times
acerca de una propuesta en Phoenix para prohibir el senderismo en los días
calurosos. El deseo del municipio de prohibir el senderismo cuando la
temperatura supera los 43 ° C es muy práctico. A temperaturas tan altas, los
excursionistas no sólo están generando calor por su movimiento, sino que pueden
ganar calor del ambiente como se discutió anteriormente. La ciudad sabe que una
parte de los excursionistas pueden sobrecalentarse y requerirán rescates que son
altamente costosos. Según la periodista Fernanda Santos, Phoenix ya ha
rescatado a 141 personas este año. El costo de estos rescates no se indica,
pero uno puede imaginar que se trata de una parte considerable de dinero que
puede estar en cientos de miles, dinero que podría servir a toda clase de otras
necesidades urgentes.
Una objeción a la prohibición propuesta es predecible.
Algunos opositores creen que tal prohibición es otro ejemplo de la intrusión no
deseada del gobierno en la vida de las personas, una iniciativa propia de un
llamado estado niñera. Sin comentarios.
Una objeción totalmente razonable proviene de los residentes
locales que dicen que van de excursión todo el tiempo y están bien incluso a
altas temperaturas. De hecho, las personas que están bien aclimatadas a un
clima caliente pueden ser capaces de funcionar con seguridad en climas cálidos.
Ello es posible porque sudan a una temperatura más baja, tienen una temperatura
corporal menor en reposo, la frecuencia cardiaca asociada con el ejercicio más
baja y así sucesivamente (ver Sportsci.org para más detalles acerca de la
aclimatación al calor).
El problema viene cuando hablamos de los norteños que quieren unirse a la diversión. Para una
persona que no está aclimatada al calor, correr o ir de excursión a altas
temperaturas es cada vez más probable que resulte en incapacidad o incluso en la muerte.
¿Debería el gobierno intervenir y cerrar las rutas de
senderismo en los días calurosos? No sé la respuesta. Pero ciertamente no
estaría de más proporcionar información clara que explicara los peligros tanto
a los de fuera como a los residentes locales por igual.
Un cálculo similar a la pregunta de si se debe cerrar las rutas
de senderismo en Phoenix está implicada a la hora de decidir si han de
celebrarse maratones en climas cálidos. El maratón de Tel Aviv se retrasó una
semana en 2013 debido a una ola de calor; sin embargo, un joven corredor murió
de hipertermia. El año pasado, los organizadores pararon el maratón tres horas
antes de finalizar, después de tratar a 75 corredores de hipertermia y tras
llevar a 15 de ellos al hospital. ¡¡La
temperatura exterior era de 21 ° C!!. El
mensaje final es que el ejercicio calienta el cuerpo y sin una manera fácil de
perder ese calor, la hipertermia puede ocurrir fácilmente.
Basado en: https://thebrainissocool.com/2016/07/06/frostbite-manatees-and-marathons/
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