Por primera vez, los científicos identifican una población neuronal altamente selectiva para la música.
Los científicos se han preguntado si el cerebro humano
contiene mecanismos neuronales específicos para la percepción musical. Ahora,
por primera vez, los neurólogos del Instituto de Tecnología de Massachusetts MIT
han identificado una población neuronal en la corteza auditiva humana que
responde selectivamente a los sonidos que la gente normalmente categoriza como música, pero no a la voz u otros sonidos
ambientales.
"Ha sido objeto de especulación generalizada",
dice Josh McDermott, Profesor Adjunto de Neurociencia en el Departamento de
Cerebro y Ciencias Cognitivas del MIT. "Uno de los debates centrales que
rodean la música es en qué medida se han dedicado mecanismos en el cerebro para
su tratamiento y en qué medida se apoya en mecanismos que sirven principalmente
a otras funciones."
El hallazgo fue posible gracias a un nuevo método diseñado
para identificar las poblaciones neuronales a partir de datos obtenidos
mediante imágenes procesadas por Resonancia Magnética Funcional (fMRI). Usando
este método, los investigadores identificaron seis poblaciones neuronales con
diferentes funciones, incluida la población selectiva para la música y otro
conjunto de neuronas que responde selectivamente a la voz.
Así es cómo los investigadores identificaron una población
neuronal
en la corteza auditiva humana que responde a la música.
Vídeo: Julie Pryor / Instituto McGovern
El trabajo de campo
Para este estudio, los investigadores escanearon los
cerebros de 10 sujetos humanos que escucharon 165 sonidos naturales, incluyendo
diferentes tipos de voz y música, así como los sonidos cotidianos tales como pasos,
un arranque del motor del coche, y un timbre del teléfono.
El sistema auditivo del cerebro ha demostrado ser difícil de
trazar, en parte debido a la resolución espacial gruesa de la imagen obtenida
por resonancia magnética funcional, que mide el flujo sanguíneo como un índice
de la actividad neuronal. En estas imágenes, los "voxels" - la unidad
más pequeña de medida - reflejan la respuesta de cientos de miles o millones de
neuronas.
"Como resultado, cuando se miden las respuestas primarias mediante el voxel, lo que
se está midiendo es algo que refleja una mezcla de respuestas neuronales
subyacentes", dice Norman-Haigneré.
Para separar estas respuestas, los investigadores utilizaron
una técnica que modela cada voxel como una mezcla de múltiples respuestas
neuronales subyacentes. Utilizando este método, se identificaron seis poblaciones
neuronales, cada una con un patrón de respuesta única a los sonidos en el
experimento, lo que explica mejor los datos obtenidos.
"Lo que encontramos es que se podía explicar mucho de
la variación de la respuesta a través de decenas de miles de voxels con sólo
seis patrones de respuesta", dice Norman-Haigneré.
Una población respondió más a la música, otra al habla, y los otras cuatro a diferentes
propiedades acústicas como el tono y la frecuencia.
"Todos los investigadores están interesados en
encontrar áreas especializadas como las que se han encontrado en la corteza
visual, pero el problema es que el voxel no es lo suficientemente pequeño. Existen
cientos de miles de neuronas en un voxel, y ¿cómo separar la información que
estos codifican? Se trata de un estudio en el que se aplica la más alta calidad
en el análisis de datos ", dice Rauschecker, que no formó parte del equipo
de investigación.
Procesamiento de sonido por capas
Las cuatro poblaciones neuronales acústicamente sensibles se
solapan con las regiones de la corteza auditiva "primaria", que
realiza la primera etapa de procesamiento cortical del sonido. Las poblaciones
neuronales selectivas al habla y a la música se encuentran más allá de esta
región primaria.
"Creemos que esto proporciona evidencia de que hay una
jerarquía de procesamiento donde en esta área auditiva primaria se encuentran
las respuestas a dimensiones acústicas relativamente simples. Esto es seguido
por una segunda etapa de procesamiento que representa más propiedades abstractas
de sonido relacionadas con el habla y la música ", dice Norman-Haigneré.
Los investigadores creen que puede haber otras regiones del
cerebro implicadas en el procesamiento de la música, incluyendo sus componentes
emocionales. "No es apropiado en este punto concluir que este es el asiento de la música en el
cerebro", dice McDermott. "Aquí es donde se ve la mayor parte de las
respuestas dentro de la corteza auditiva, pero hay una gran parte del cerebro todavía
por explorar."
Kanwisher también señala que "la existencia de
respuestas musicales selectivas en el cerebro no implica que las respuestas
reflejen un sistema cerebral innato. Una cuestión importante para el futuro
será ¿cómo surge este sistema durante el desarrollo?, ¿Cómo de temprano se
desarrolla en la infancia o niñez?, y ¿cómo depende de la experiencia? "
Los investigadores están ahora investigando si la población selectiva
a la música identificada en este estudio contiene las subpoblaciones de
neuronas que responden a diferentes aspectos de la música, incluyendo el ritmo,
la melodía y el tempo. También esperan estudiar cómo la experiencia musical y
la formación pudieran afectar a esta población neuronal.
"El descubrimiento sobre el tratamiento que recibe la
música en el cerebro es notable porque hasta ahora no habíamos sido capaces de detectar
claramente respuestas altamente selectivas a la música", dice Sam Norman-Haigneré,
un post-doctorado en el Instituto McGovern del MIT para la Investigación del
Cerebro.
"Nuestros resultados son difíciles de reconciliar con
la idea de que la música se gestiona por completo con maquinaria neural que está diseñada para otras
funciones, ya que las respuestas neuronales que vemos son muy específicas de la
música", dice Nancy Kanwisher, profesora de Neurociencia Cognitiva en el
MIT y miembro del Instituto McGovern del MIT para la Investigación del cerebro.
Norman-Haigneré es el autor principal del artículo que
describe los hallazgos en la edición del 16 de diciembre del 2016 de la revista
Neuron. McDermott y Kanwisher son los autores principales del artículo.
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