Los metabolitos de la
ketamina pueden ofrecer beneficios sin los riesgos asociados
Los antidepresivos que se utilizan en la actualidad, los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), tienen
el potencial de proporcionar un alivio muy necesario para las personas que
luchan contra la depresión severa, pero a menudo tardan semanas en hacer
efecto, si es que lo consiguen. Es por eso que ha entusiasmado la noticia de que el fármaco anestésico ketamina, cuando
se inyecta por vía intravenosa en dosis muy bajas, puede aliviar la depresión y
los pensamientos suicidas asociados a ella, en cuestión de horas.
Aún así, hay resistencia a considerar la ketamina para el tratamiento
generalizado de la depresión, ya que, incluso a dosis bajas, puede producir
efectos secundarios muy angustiantes, como la disociación, esto es una sensación de desconexión con los propios pensamientos, los sentimientos, y con
el sentido de la propia identidad.
Ahora, los nuevos hallazgos sugieren que puede haber una manera de aprovechar
los beneficios de la ketamina para el tratamiento eficaz de la depresión, sin
los efectos secundarios asociados.
En un estudio realizado con ratones publicado en la revista
Nature, un equipo de investigación financiado por el NIH
encontró que los efectos antidepresivos de la ketamina no son producidos por la
droga en sí, sino por uno de sus metabolitos, una sustancia formada cuando el
cuerpo degrada este compuesto. Y lo que
es más, el trabajo demuestra que este metabolito beneficioso no causa los dañinos
efectos de disociación asociados con la ketamina. Si bien se necesitan más investigación
y posteriores ensayos clínicos, los hallazgos son un paso prometedor hacia el
desarrollo de una nueva generación de fármacos antidepresivos de acción rápida.
La ketamina pertenece a una clase de fármacos que bloquean
los receptores neuroquímicos que se encuentran en las células nerviosas llamadas
receptores de NMDA, o NMDAR. Estos receptores responden al mensajero químico
conocido como glutamato, lo que ayuda a formar y mantener las conexiones
neuronales y a desempeñar un papel en la memoria. No estaba claro, sin embargo,
que esta acción de la ketamina pudiera explicar sus efectos sobre la depresión,
ya que los ensayos clínicos de otros fármacos que se asocian a los receptores NMDAR no mostraron los mismos efectos
antidepresivos.
Esta incógnita es la que llevó a Carlos Zarate del Instituto Nacional de Salud
Mental de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos (NIH) a
contactar con Todd Gould de la Escuela
de Medicina de la Universidad de Maryland en Baltimore, que es un experto en la
realización de estudios sobre los efectos neuroconductuales de las drogas en
los ratones, y a analizar conjuntamente cómo la ketamina puede funcionar como un antidepresivo. Sabían que la ketamina
se presenta en dos formas estructurales que son imágenes especulares entre sí.
También sabían que una de esas formas bloquea al receptor NMDAR de forma mucho más eficaz, lo que
sugiere que debería tener acciones antidepresivas más fuertes. Pero de hecho,
los investigadores descubrieron lo contrario en el estudio que realizaron con
ratones. Mientras que ambas formas estructurales tienen acciones antidepresivas, la forma de la
ketamina, que es más débil como bloqueante del receptor NMDAR, en realidad es
más eficaz en la reducción de los síntomas similares a la depresión.
El equipo consiguió otro indicio de que algo inesperado
podría estar pasando cuando Gould y Zárate, en colaboración con sus colegas en
el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de los Institutos Nacionales de
Salud( NIH), descubrió que un metabolito de la ketamina conocido como hidroxinorketamina
(HNK) es farmacológicamente activo y alcanza niveles que son tres veces mayores
en los ratones hembras que en los ratones machos. Debido a que se conocía que
los ratones hembras respondían con mayor eficacia a los efectos antidepresivos
de la ketamina que los machos, el descubrimiento sugiere que las diferencias en
la actividad de la hidroxinorketamina podrían proporcionar una explicación.
(2R,6R)-HNK |
Con la ayuda de los químicos del Centro Nacional del NIH para el avance de
Ciencias de Transferencia, fueron capaces de desarrollar una forma de ketamina
que no se metaboliza fácilmente. Con ella, el equipo llegó a demostrar que los
efectos antidepresivos de la droga de hecho requieren su degradación a
hidroxinorketamina (HNK) . Los investigadores también encontraron que los
ratones tratados con una dosis única de HNK mostraron mejoras en sus síntomas
que duraban días.
Y abundando en las buenas noticias, la hidroxinorketamina parece actuar sin los efectos secundarios de
la ketamina. Después de recibir hidroxinorketamina, los ratones no mostraron
cambios en su actividad, coordinación, o percepción sensorial física, tal como
normalmente se ve después de una dosis de ketamina. La hidroxinorketamina también parece no tener el mismo potencial de adicción.
Cuando se les daba la opción, los ratones elegían autoadministrarse ketamina, y
no hidroxinorketamina.
Según explica Gould, ahora que se conoce que las acciones antidepresivas en ratones se
deben al metabolito, no a la propia ketamina, los próximos pasos son confirmar
que esta sustancia trabaja de forma similar en humanos, y determinar si va a
suponer una mejora terapéutica para el paciente.
La nueva evidencia confirma que la hidroxinorketamina no bloquea los receptores NMDA, como hace la
ketamina. Está por descubrir cómo funciona por tanto el mecanismo de acción de
este metabolito de la ketamina, aunque la evidencia revela un papel importante
para los receptores AMPA, otro tipo de
receptor de glutamato en el cerebro.
Los investigadores del Instituto Nacional de la Salud tienen
ahora un plan en marcha para avanzar hacia las pruebas en humanos. En primer
lugar, se deben realizar las pruebas de toxicología; si se obtienen buenos
resultados, los investigadores esperan poder proceder a los ensayos clínicos
para probar la seguridad y eficacia de la hidroxinorketamina en las personas
con depresión.
El estudio debería ser una noticia alentadora para el amplio
porcentaje de la población mundial que sufre de un trastorno depresivo grave en
algún momento en su vida. Es también un recordatorio de la importancia de unir investigadores con experiencia diversa,
trabajando juntos en todas las disciplinas, para lograr nuevos tratamientos
prometedores.
Basado en: Zanos P, Moaddel R,
Morris PJ, Georgiou P, Fischell J, Elmer GI, Manickavasagom A, Yuan P, Pribut
HJ, Singh NS, Dossou KSS, Fang Y, Huang X-P, Mayo CL, Wainer IW, Albuquerque
EX, Thompson SM, Thomas CJ, Zarate CA, Gould TD. NMDA receptor
inhibition-independent antidepressant actions of a ketamine metabolite. Nature,
May 4, 2016, doi: 10:1038/nature17998.
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