Utilizando imágenes cerebrales, los científicos han construido un mapa que muestra cómo se representan las palabras y sus significados, en las distintas regiones del cerebro.
El hemisferio cerebral derecho de una persona. Se prevé que las palabras superpuestas, cuando se oyen en su contexto, evoquen respuestas potentes cerca de la ubicación correspondiente. Las palabras en verde son en su mayoría visuales y táctiles, las palabras en rojo son en su mayoría sociales.
Ilustración: Copyright Alexander Huth / The Regents de la Universidad de California
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Los científicos han creado un "atlas del cerebro"
que revela cómo los significados de las palabras se organizan en diferentes
regiones del órgano.
Como una colcha de patchwork que cubriera la corteza
cerebral, el atlas muestra, en las tonalidades del arco iris, cómo las palabras
individuales y los conceptos que transmiten se pueden agrupar en grumos de
materia blanca.
"Nuestro objetivo era construir un atlas gigante que mostrara
cómo está representado en el cerebro un aspecto específico del lenguaje, en
este caso, la semántica o el significado de las palabras", dijo Jack
Gallant, neurocientífico de la Universidad de California, Berkeley.
Ninguna región cerebral única sostiene una única palabra o concepto.
Un punto cerebral único se asocia con una serie de palabras relacionadas. Y
cada una de las palabras ilumina muchos lugares diferentes del cerebro. Juntos
forman redes que representan los significados de cada palabra que usamos: la
vida y el amor; la muerte y los impuestos; las nubes, Florida y un sujetador. Cada
palabra comporta su propia red.
Los científicos han creado un mapa interactivo
que
muestra qué áreas del cerebro responden
a la escucha de palabras diferentes.
Descrito como un "tour de force" por un
investigador que no participó en el estudio, el atlas muestra cómo la moderna
obtención de imágenes cerebrales puede transformar nuestro conocimiento de cómo
el cerebro realiza algunas de sus tareas más importantes. Con futuros avances,
la tecnología podría tener un profundo impacto en la medicina y en otros
campos.
"Es posible que este enfoque pudiera ser utilizado para
decodificar la información acerca de las palabras que una persona está
escuchando, leyendo, o posiblemente incluso pensando," dijo Alexander
Huth, el primer autor del estudio. Un uso potencial sería un decodificador de
lenguaje que podría permitir hablar a través de un ordenador a las personas silenciadas
por una parálisis neuronal motora o con síndrome de enclaustramiento.
Para crear el Atlas, los científicos registraron la
actividad cerebral de las personas mientras escuchaban los cuentos leídos en
The Moth Radio Hour, un programa de radio de Estados Unidos. A continuación, solaparon
las transcripciones de las historias con los datos de la actividad cerebral
para mostrar cómo los grupos de palabras relacionadas desencadenaban respuestas
neuronales en 50.000 a 80.000 puntos del tamaño de un guisante en toda la
corteza cerebral.
Huth utilizó historias de The Moth Radio Hour, ya que son
cortas y convincentes. Cuanto más apasionantes eran las historias, más seguros estaban
los científicos de que las personas que estaban siendo escaneadas se centraban
en las palabras y no se ponían a divagar. Cada una de las siete personas
escucharon dos horas de historias. Esto supone que cada persona escuchó más o
menos 25.000 palabras- y más de 3.000 palabras diferentes - mientras yacía en
el escáner.
El atlas muestra cómo las palabras y los términos
relacionados excitaban las mismas
regiones del cerebro. Por ejemplo, en el lado izquierdo del cerebro, por encima
de la oreja, está una de las pequeñas regiones que representa la palabra
"víctima". La misma región responde a "muerto", "condenado",
"asesinado" y "confeso". En el lado derecho del cerebro,
cerca de la parte superior de la cabeza, está uno de los lugares del cerebro
activado por los términos de la familia: "esposa",
"marido", "niños", "padres".
Cada palabra está representada por más de un punto, porque
las palabras tienden a tener varios significados. Una parte del cerebro, por
ejemplo, responde de forma fiable a la palabra "top", junto con otras
palabras que describen ropa. Pero la palabra "top" activa muchas
otras regiones. Una de ellas responde a números y medidas, otra a edificios y
lugares. (Top se puede traducir por camiseta corta, superior, cima, tapa, tope,
etc).
Los científicos han creado una página web interactiva donde
el público puede explorar el atlas del cerebro.
Sorprendentemente, los atlas cerebrales fueron similares
para todos los participantes, lo que sugiere que sus cerebros organizan los
significados de las palabras de la misma manera. Sin embargo, los científicos sólo escanearon cinco hombres
y dos mujeres. Todos son nativos de lengua inglesa, y dos son autores del
estudio publicado en la revista Nature. Es muy posible que personas de
diferentes orígenes y culturas tengan diferentes atlas cerebrales semánticos.
Armados con el atlas, los investigadores ahora pueden
reconstruir las redes neuronales que representan conceptos muy diferentes, desde
los números al asesinato y a la
religión. "La idea de “asesinato” está muy representado en el
cerebro", dijo Gallant.
Utilizando la misma fuente de datos, el grupo ha comenzado a
trabajar en nuevos atlas que muestran cómo el cerebro contiene información
sobre otros aspectos del lenguaje, desde los fonemas a la sintaxis. Sin embargo
no se ha podido conseguir hasta ahora un atlas cerebral de la estructura narrativa. "Cada vez que
diseñamos un conjunto de características narrativas, se nos dice que no son el conjunto adecuado de características
narrativas”, dijo Gallant.
Uri Hasson, un neurocientífico de la Universidad de
Princeton, ponderó la investigación. A diferencia de muchos estudios que
examinaron la actividad cerebral en la que se mostraba una palabra aislada o
una frase, el equipo de Gallant ha arrojado luz sobre cómo el cerebro trabaja
en un entorno del mundo real. El siguiente paso, dijo, era crear un atlas semántico
cerebral más completo y preciso. En última instancia, Hasson cree que será
posible reconstruir las palabras que una persona está pensando a través de su actividad
cerebral. Las implicaciones éticas son enormes. Uno de los usos más benignos podría
ser la utilización de la actividad cerebral para evaluar si los mensajes
políticos se han comunicado con eficacia al público. "¡Hay tantas
implicaciones, y estamos apenas tocando la superficie!", comentó.
Lorraine Tyler, una neurocientífica cognitiva y director del
Centro para el Habla, el Lenguaje y el Cerebro en la Universidad de Cambridge
dijo que la investigación era un "tour de force en su ámbito de aplicación
y en sus métodos". Pero el atlas cerebral
en su forma actual no refleja diferencias sutiles en los significados de
palabras. Tomemos la palabra "mesa". Puede ser un miembro de muchos
grupos diferentes, dice Tyler. "Puede ser algo donde comer, cosas hechas
de madera, cosas que son pesadas, cosas que tiene cuatro patas, objetos no
animados, y así sucesivamente. Este tipo de información semántica detallada que
nos permite utilizar las palabras de manera flexible se pierde en el análisis
", dijo. "Aunque esta investigación es pionera en su ámbito de
aplicación, todavía hay mucho que aprender acerca de cómo la semántica está
representada en el cerebro."
Basado en: https://www.theguardian.com/science/2016/apr/27/brain-atlas-showing-how-words-are-organised-neuroscience?CMP=twt_a-science_b-gdnscience
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