domingo, 19 de mayo de 2019

La sed y como la regula nuestro cerebro.




Los científicos han descubierto una nueva forma en que el intestino se comunica con el cerebro: mediante el envío de mensajes sobre el contenido de sal del estómago y los intestinos. Esta información es una señal clave que el cuerpo utiliza para controlar la sed.







Las neuronas que controlan la sed en el cerebro del ratón se iluminan (verde y rojo)
 cuando el intestino detecta un fluido salado. Imagen: Laboratorio Knight



La solución más salina que los ratones beben voluntariamente sabe más o menos la mitad de salada que el agua de mar. Esta solución salina sacia brevemente a las células cerebrales que controlan la sed, pero luego, en un minuto, vuelven a activarse y les dicen a los ratones que todavía tienen sed. Un sorbo de agua pura, sin embargo, mantiene a las mismas neuronas desactivadas durante un largo periodo de tiempo.

"Era algo difícil de explicar", según Zachary Knight, neurocientífico de la Universidad de California en San Francisco (UCSF). ¿Cómo sabe el cerebro tan rápidamente si la sed ha sido saciada? Tenía que haber una señal que indicara a las neuronas reguladoras de la sed, algo que les dijera si un líquido era demasiado salado, o simplemente correcto.

Después de tres años de investigación, Knight y sus colegas han descubierto que la señal misteriosa proviene del intestino. Su trabajo, publicado en la revista Nature, revela cómo el tracto gastrointestinal mide la concentración de sal en los intestinos y transmite esta información directamente al cerebro. Al rastrear la actividad neuronal en ratones vivos, su equipo observó en tiempo real como estos dos órganos se comunicaban sobre la sed. Se ha  descubierto, por tanto,  una nueva forma en que el intestino se comunica con el  cerebro.


Regulación de la sed






En un ratón vivo y activo,
los científicos registraron destellos de actividad neuronal
dentro de una región del hipotálamo llamada núcleo preóptico mediano.
Imagen: Laboratorio Knight
Durante más de un siglo, los científicos han estado tratando de entender cómo nuestros cuerpos regulan la sed. Los primeros estudios en animales sugirieron que las señales del cuerpo (como una garganta reseca, por ejemplo, o el contenido de sal y agua de la sangre) podrían hacer sonar una alarma de sed en el cerebro. Pero en las últimas décadas, los investigadores también han apuntado al tracto gastrointestinal. Hasta la fecha, nadie sabía en que parte del cerebro se registraban las señales de sed procedentes del cuerpo ni cómo llegaban hasta allí.

En 2016, Knight y sus colegas decidieron desentrañar el misterio. Usando una fibra óptica introducida en el cerebro, el equipo observó cómo un conjunto de neuronas se apagaban rápidamente cuando los ratones sedientos bebían un sorbo de agua y el líquido golpeaba la boca y la garganta. El trabajo mostró que realmente existe una señal de sed en la garganta, según Knight.

Pero un experimento clave determinó que había algo más en la historia: el agua salada apagaba esas mismas neuronas, pero solo temporalmente. "Es como que hay otra señal que le dice a las neuronas de la sed: 'Esto no te está rehidratando'". Y los investigadores a continuación centraron su investigación en el tracto digestivo.

El intestino, según descubrieron en una serie de experimentos descritos en su nuevo artículo, tiene un sensor de sal incorporado que se comunica con  el cerebro. Cuando los investigadores inyectaron agua pura directamente en el intestino, las neuronas de la sed se apagaron. Una inyección de agua salada mantuvo las neuronas activas. El equipo observó un vínculo directo entre la salinidad del líquido en el intestino y la fuerza de la señal en el cerebro. "Lo sorprendente de este hallazgo es que el intestino pueda medir con tanta precisión la concentración de sal", según Knight.



Una fibra óptica (barra gris) insertada en el cerebro de un ratón (verde)
 reveló la actividad de las neuronas involucradas en la sed.
La barra en el angulo inferior izquierdo es igual a 1 milímetro.
Imagen: C. Zimmerman et al./Nature 2019


Desde dentro del cerebro


Mediante el montaje de microscopios en miniatura dentro de las cabezas de los ratones, el equipo de Knight señaló exactamente dónde se evalúan las señales de sed en el cerebro del cuerpo.

El sistema de detección de sed del cuerpo es relativamente simple, según Knight. Conocerlo al detalle  podría eventualmente ayudar a los científicos a descubrir sistemas más complicados, como la regulación de la alimentación o de la temperatura corporal.

Desde luego, el  método de este equipo científico para combinar grabaciones neuronales en animales vivos, con técnicas para manipular el cuerpo, es una forma crucial de observar lo que sucede en el cerebro.



Basado en: Christopher A. Zimmerman, et al., "Una señal de intestino a cerebro de osmolaridad fluida controla la saciedad", Nature. Publicado en Internet el 27 de marzo de 2019. doi: 10.1038 / s41586-019-1066-x